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Informe del Central pone nota de alerta: ánimo del mundo empresarial se deteriora de cara a 2017

El cambio más importante se da en el rubro inmobiliario y de la construcción. Se diluyó positivo efecto de la reforma tributaria.

Por: | Publicado: Viernes 5 de agosto de 2016 a las 04:00 hrs.
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Una luz amarrilla encendió ayer el Informe de Percepciones de Negocios del Banco Central al evidenciar que el estado de ánimo del mundo empresarial no sólo sigue de capa caída a lo largo del país, sino que esto incluso podría trasladarse hacia el próximo año.

De hecho, esta vez desapareció el grupo de quienes concebían la opción de cierta mejoría en 2017. La sensación predominante es que que habrá más de lo mismo de este año, es decir, una economía que no empeorará pero tampoco saldrá del cuadro de bajo crecimiento.

“El consenso de los consultados es que el resto del 2016 no será muy distinto de lo observado hasta ahora, por lo que no esperan un deterioro de sus negocios respecto de la situación actual. Además, la mayoría de los entrevistados cree que esta estabilidad en el desempeño se extenderá al 2017”, cita el reporte del instituto emisor.

A la hora de las razones, la mayor parte de los entrevistados atribuye este cambio de ánimo a la percepción de una “incertidumbre económica y política más alta en el país, mencionando elementos como los efectos de las reformas y los procesos electorales”.

En este contexto, las personas consultadas admiten que los planes de inversión permanecen acotados, ajustándose a lo estrictamente necesario para mantener el funcionamiento de sus empresas.

Decidor, desde un punto de vista sectorial el mayor cambio en el estado de ánimo se da en aquellos hombres de negocios ligados al rubro inmobiliario y de la construcción. Esto, porque aunque la mayoría esperaba una baja de las ventas tras el efecto positivo de los cambios tributarios, para algunos esta caída ha ido más allá de lo previsto.

Además, señalan que el mayor pie exigido por los bancos y, particularmente, la incertidumbre laboral podrían elevar el número de desistimiento de promesas de compra efectuadas el año pasado situación que genera especial preocupación. Con ello, el inicio de nuevos proyectos se ha revisado a la baja.

En cuanto al mercado laboral, la mayor parte de los consultados indica que, a diferencia de fines del 2015 y comienzos del 2016, en los últimos meses no se han realizado desvinculaciones de gran magnitud.

Más restricciones, pero menos demanda

En cuanto a las condiciones financieras, tanto las empresas como los bancos entrevistados resaltan la mayor restricción en la oferta, principalmente por la exigencia de más requisitos. Pero, al mismo tiempo, la demanda de empresas y personas también ha disminuido.

El informe concluye que la gran mayoría de los bancos resalta que no ha podido cumplir sus metas de colocación, incluso en casos en que estas habían sido reducidas. Con todo, los consultados con una mejor situación financiera siguen con buen acceso al financiamiento.

Entre las empresas cuya situación financiera es menos holgada existe amplia molestia con la actuación de los bancos. Sí hay consenso, además, en que las tasas de interés continúan siendo favorables.

Norte: temor a un 2016 peor a 2015

El mal momento de la minería sigue golpeando al sector empresarial del norte y, de hecho, crece la sensación de que este año será inferior a 2015 en materia de negocios. Más complejo, la mayoría no ve un mejor 2017.
En el segundo trimestre, según los entrevistados, el desempeño de sus negocios fue similar o inferior al cuarto previo. Destaca lo que ocurre en el comercio minorista, algunos servicios y, especialmente, el sector inmobiliario. La mayoría percibe una más competencia entre las empresas, por lo que continuaron incrementando sus esfuerzos de venta, en tanto la mayor desocupación y la incertidumbre sobre el empleo restringieron evidentemente la demanda de las personas. La banca sigue más restrictiva, de forma de mantener acotados los índices de riesgo.

Incertidumbre en el centro

Los entrevistados dan cuenta de un desempeño acotado de sus negocios en el segundo trimestre del año, sin mayores cambios respecto al primero. La mayoría no espera grandes giros hacia adelante y apunta a resultados para 2017 similares, salvo en la construcción donde las perspectivas son más pesimistas.


En varios casos señalan que la estabilidad en el ritmo de venta ha requerido un esfuerzo adicional de promociones y descuentos.


La mayoría reporta un presupuesto austero y las decisiones de inversión continúan restringidas, en parte por la existencia de holguras de capacidad, pero también por la incertidumbre en el ámbito político, principalmente en lo relativo a la reforma laboral y a los procesos electorales venideros.

Sur: panorama heterogéneo

En esta zona, los entrevistados describen un panorama bastante heterogéneo. Unos enfrentan un desempeño bajo lo anticipado y con contracción frente a 2015, hasta otros que han superado sus metas con creces. Así, las perspectivas en general apuntan a un año que no será muy diferente a 2015.


Aunque la mayoría admite una inversión detenida, otra fracción tiene proyectos importantes -más bien ligados a la exportación- en marcha con el fin de prepararse para cuando la actividad repunte.


Respecto del mercado laboral, salvo algunas excepciones ligadas principalmente al sector salmonero, no hay grandes movimientos ni de despidos ni de contrataciones.


Las condiciones financieras se han estrechado tanto para personas como empresas.

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